Lunes 28 de marzo de 2011. Ausencia.

Lunes. 8:30 de la mañana. Las alumnas no comienzan su clase en su horario habitual puesto que la profesora de Formación y Orientación Laboral se ha ido con los alumnos de 4º de la ESO al viaje de fin de curso. El alumnado esta avisado, por lo que tenían permiso para entrar en el centro una hora más tarde. Lunes. 9.30 de la mañana. La profesora de los módulos prácticos no ha venido al centro por problemas familiares. Las alumnas solicitan salir del centro hasta las 12:00, puesto que hasta dicha hora ellas no tienen clase. Comienza la toma de decisiones. Comenzar una semana con la ausencia de dos profesoras es algo complicado tanto para el alumnado como para el centro. El alumnado se encuentra ante la situación de estar más de media mañana sin clases, atendidos únicamente por profesores de guardia. Esta sensación de pérdida de tiempo - hay que señalar que hay alumnas que vienen de municipios situados a más de 30 km. de distancia - se acrecienta si se apunta que hoy venían modelos ajenos al centro educativo para la realización de las clases prácticas. El centro, por su parte, encuentra a un grupo donde la mayoría del alumnado es mayor de edad, sin profesor durante gran parte de la jornada y con ganas de salir del centro. Esta situación hace que se planteen diferentes opciones como adelantar el resto de asignaturas para acabar antes las clases y la jornada, permanecer en el aula con un profesor de guardia, o permitir a las alumnas que salgan del centro hasta las 12 puesto que son mayores de edad. Una decisión que aunque parece sencilla, conlleva el enfrentamiento con alguno de los sectores implicados. Yo aprovecho esta jornada para buscar imágenes y videos de maquillaje de fantasía con los que ilustrar mi próxima sesión de la unidad didáctica.