jueves, 31 de marzo de 2011

Jueves 31 de marzo de 2011. Aburrimiento.

Aunque lo lógico sería dedicar este post a la descripción de la actividad de hoy de mi unidad didáctica, he decidido dedicarlo al aburrimiento. La razón es sencilla: las alumnas se aburren normalmente en las clases teóricas, desconectando, no prestando atención y renunciando a incorporar esos conocimientos. Sin embargo, si son observadas detenidamente, no están quietas, están siendo auténticas, autónomas y creativas. Buscando en Internet, he descubierto un estudio del ISEPM Clínic que alerta sobre el efecto nefasto del alumno o del niño hiperprogramad0, ocupado, asegurando que poseen una "inteligencia anestesiada", ya que se les anula la inteligencia porque no tienen nada en qué pensar, ya que todo se les da pensado. La psicóloga Mónica Dósil señala que "los padres y los profesoras fomentan inconscientemente la dependencia, diciendo siempre al niño cómo emplear su tiempo, robándoles autonomía". Es por ello que, sin fomentar el aburrimiento claro está, no debemos caer en la repetición y en encorsetar las clases eliminando todo ápice de distensión, sino que debemos dar tiempo y permitir que el alumnado desarrolle su faceta creativa, lejos de la tensión continua de las clases.

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